¿Qué son las zonas de frecuencia cardíaca? ¿Qué son las zonas de intensidad de entrenamiento?
El entrenamiento con pulsómetro ganó popularidad entre los entusiastas de la actividad física hace muchos años; sólo las nuevas tecnologías son capaces de demostrar ventajas significativas sobre el análisis de este conocido parámetro. Dado que la frecuencia cardiaca es un parámetro indirecto, el resultado final se ve influido por numerosos factores externos como la temperatura, el estrés, la dieta, la eficiencia y la cantidad de sueño o la hidratación del organismo. Debido a las numerosas variaciones diarias de este parámetro, merece la pena compararlo con otros parámetros directos procedentes directamente de nuestros músculos. Las zonas de frecuencia cardiaca son intervalos porcentuales de la frecuencia cardiaca máxima que pueden controlarse para regular la intensidad del entrenamiento. Sin embargo, su variabilidad hace que, a menudo, basándonos únicamente en este parámetro, entrenemos demasiado fuerte o demasiado débil, sin aprovechar todo nuestro potencial.
Con el sensor Q-LAC, no sólo cotejará sus resultados de oxigenación muscular con sus zonas de frecuencia cardiaca, sino que también podrá adaptar su entrenamiento a ellos en tiempo real. Esta herramienta te ayudará a optimizar la planificación y el seguimiento de tus entrenamientos, protegiéndote del sobreentrenamiento o del entrenamiento a una intensidad demasiado baja. Conocer y utilizar las zonas de frecuencia cardíaca cotejadas con Q-LAC es un paso hacia un entrenamiento más informado y eficaz.
¿Qué son las zonas de frecuencia cardiaca?
Las zonas de frecuencia cardiaca son intervalos basados en un porcentaje de la frecuencia cardiaca máxima. Le permiten controlar la intensidad de su entrenamiento y adaptarlo a sus necesidades individuales y objetivos de entrenamiento. Utilizar la zona de frecuencia cardiaca correcta al hacer ejercicio influye en la eficacia del entrenamiento y en el beneficio que aportará una determinada actividad física. La determinación de las zonas de frecuencia cardiaca está estrechamente relacionada con el concepto de frecuencia cardiaca máxima, que es el número máximo de latidos que el corazón puede realizar por minuto. Este valor es diferente para cada persona. La forma más sencilla y común de determinar la frecuencia cardiaca máxima es la fórmula 220 menos la edad de la persona, pero es eficaz sobre todo para las personas que dan sus primeros pasos en el deporte, cuando el progreso está relacionado en gran medida con un gran aumento del volumen de entrenamiento. A medida que se crece como deportista, merece la pena recurrir a métodos más individualizados de planificación y gestión del entrenamiento. Las zonas de frecuencia cardiaca pueden cambiar en función de la edad, la condición física y otros factores individuales en un día determinado. Por lo tanto, es importante controlar la frecuencia cardiaca con regularidad y contrastarla con otros parámetros mucho más fiables.
Las zonas de frecuencia cardiaca se suelen dividir en:
- Zona I (muy ligera): La condición física se mantiene a una frecuencia cardíaca máxima de 50-60%. Su objetivo es el fortalecimiento general.
- Zona II (intensidad media): Rendimiento a 60-70% de frecuencia cardíaca máxima. Adecuado para la quema de grasa.
- Zona III (moderada): Utiliza la frecuencia cardíaca máxima 70-80%. Se utiliza para mejorar la forma física general.
- Zona IV (intensiva): Utiliza 80-90% de la frecuencia cardíaca máxima. Ayuda a aumentar la tolerancia del organismo al metabolismo anaeróbico.
- Zona V (muy intensiva): Utiliza más de 90% de frecuencia cardiaca máxima. Para atletas experimentados que se preparan para la competición.
¿Cómo utiliza las zonas de frecuencia cardiaca en su entrenamiento?
Para maximizar la eficacia de los ejercicios, es fundamental utilizar las respectivas zonas de intensidad de entrenamiento, lo que permite compararlas, por ejemplo, con la variación de la oxigenación muscular que, gracias al Q-LAC, puede analizarse durante el entrenamiento diario. Esto nos permite controlar la intensidad del entrenamiento y adaptarla a las necesidades individuales y a los objetivos de entrenamiento de una forma muy sencilla pero muy individualizada, lo que supone una enorme ventaja frente a diferentes métodos genéricos. Por lo tanto, determinar simplemente en qué zona de frecuencia cardiaca se encuentra actualmente basándose únicamente en su frecuencia cardiaca puede suponer un gran reto. Merece la pena utilizar un dispositivo profesional que le ayude a determinar con precisión sus zonas de intensidad de entrenamiento. Q-LAC es un sensor que analiza la variación de la oxigenación muscular y determina las zonas en relación con la concentración de ácido láctico mediante un método no invasivo. Como resultado, podemos indicar continuamente la intensidad de entrenamiento adecuada y el estado real del músculo con una precisión sin precedentes. Q-LAC utiliza espectroscopia de infrarrojo cercano para medir con precisión la tensión y el estado general del músculo en tiempo real. La relación entre la luz emitida y la luz reflejada por los tejidos musculares en las longitudes de onda adecuadas permite indicar con mucha más precisión que antes la intensidad de entrenamiento adecuada.
¿Cuál es el límite máximo de oxígeno? ¿Cómo se aumenta?
El techo máximo de oxígeno (VO2máx) es uno de los indicadores clave en los deportes de resistencia. Expresa el volumen de oxígeno que el cuerpo puede utilizar durante un entrenamiento. Se mide en unidades de ml/kg/min, lo que significa mililitros de oxígeno consumidos por kilogramo de peso corporal en un minuto de ejercicio. Es un indicador objetivo y práctico del rendimiento físico y está directamente relacionado con la variabilidad de la oxigenación muscular, sin embargo, debido a la necesidad de enmascarar el entrenamiento, normalmente sólo se realiza en condiciones de laboratorio. Con el fin de aumentar el techo de oxígeno, se pueden realizar ajustes en el plan de entrenamiento aumentando sistemáticamente la intensidad del entrenamiento ligeramente o introduciendo el entrenamiento por intervalos. Es importante asegurarse de que los parámetros de la variabilidad de la oxigenación muscular se controlan lo más estrechamente posible debido a la imposibilidad de realizar la denominada gasometría sanguínea diaria, que requiere condiciones de laboratorio. La variabilidad de la oxigenación muscular está muy correlacionada con parámetros respiratorios como el VO2máx, pero es mucho más sencilla de analizar diariamente durante el entrenamiento tradicional.
Cuidar la composición corporal adecuada, como la reducción de los niveles de grasa corporal, permitirá que llegue más oxígeno a los músculos que trabajan y mejorará la economía del ejercicio. El sensor Q-LAC puede ser una herramienta inestimable en el proceso de entrenamiento dirigido a aumentar el techo de oxígeno. Gracias al sensor, es posible determinar la variación de la oxigenación en tiempo real y saber cuándo el cuerpo no está manteniendo la intensidad del entrenamiento. Además, después de un entrenamiento, el sensor Q-LAC proporciona un análisis detallado del entrenamiento, lo que permite identificar áreas de mejora, establecer umbrales metabólicos y ajustar el plan de entrenamiento para obtener mejores resultados en cualquier condición fuera del laboratorio.